¿A qué edad es mejor empezar a aprender inglés? Guía completa para padres

Muchos padres se preguntan cuál es la mejor edad para que sus hijos comiencen a aprender inglés. Diversos estudios y expertos coinciden en que la infancia es el momento más favorable para adquirir un nuevo idioma. Ukids, con sus programas diseñados específicamente para niños de entre 6 y 15 años, aprovecha esta ventana de oportunidad, asegurando que el aprendizaje sea óptimo y natural.

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1. Ventajas de empezar a los 6 años

A los 6 años, los niños han desarrollado habilidades cognitivas y lingüísticas que les permiten aprender un segundo idioma de manera más rápida y efectiva. En esta etapa, sus cerebros aún son muy receptivos, lo que facilita la asimilación de nuevos sonidos, gramática y vocabulario sin esfuerzo consciente. Esto también es reforzado por la flexibilidad que tienen para adoptar una pronunciación más cercana a la nativa [1].

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2. La mejor edad para aprender inglés

Según varios estudios, los niños entre los 3 y 7 años están en el momento ideal para aprender un nuevo idioma, ya que sus cerebros pueden captar múltiples lenguas de manera simultánea. Sin embargo, aprender inglés en la preadolescencia y adolescencia también tiene sus beneficios, como la capacidad de razonar sobre el lenguaje y aplicar lo aprendido a situaciones más complejas [6].

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3. Programas Ukids: Enfoque ideal para edades 6-15

Ukids ofrece un entorno de aprendizaje interactivo que combina juegos y actividades didácticas, creando un espacio donde los niños se sienten motivados y comprometidos con su progreso. Este enfoque es ideal para las edades comprendidas entre los 6 y 15 años, cuando los niños y adolescentes pueden aprovechar tanto su capacidad de imitar sonidos como su creciente habilidad de analizar y comprender el idioma en profundidad.

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Conclusión

No hay una edad exacta para empezar a aprender inglés, pero aprovechar las primeras etapas del desarrollo infantil maximiza las posibilidades de éxito. Ukids se especializa en brindar programas que aseguran un aprendizaje efectivo, aprovechando los momentos clave en la infancia y adolescencia para que los niños desarrollen habilidades lingüísticas sólidas.